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Fusión de tradiciones

Cauê Alves
Luis Felipe Ortega. Doble Exposición (expandida) / Double Exposure (Expanded)
2013
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Después de estudiar la obra de Perter Fischli & David Weiss, Luis Felipe Ortega intervino los pósters del dúo suizo durante una residencia artística en Brasil en 2012, momento en que profundizó en la investigación de  artistas como Hélio Oiticica. La serie Flowers de Fischli & Weiss fue realizada 40 años después del lanzamiento del Manifiesto Neoconcreto, publicado en 1959 en el Jornal do Brasil, en Rio de Janeiro. Aunque el artista suizo Max Bill, fundador de la Escuela Superior de la Forma de Ulm, haya sido fundamental para el desarrollo de las vanguardias concretistas en el Brasil, el trabajo de Ortega se aleja completamente de una mera yuxtaposición del arte suizo con el brasileño.

El trabajo de Fischli & Weiss está compuesto de dobles exposiciones de imágenes orgánicas de hongos, pétalos y hierbas, a éstas Ortega contrapone una categoría geométrica. No se trata solamente de producir imágenes a partir de algo que ya existe, sino de apropiarse de un trabajo habitándolo desde adentro. El procedimiento es el de la reordenación de tradiciones al punto de alejarse de cualquier distinción entre el original y el manipulado.

La inserción de una trama de pequeños rectángulos sobre imágenes curvas, naturales y fluidas, realizada por Ortega, produce una tercera capa. Los pósters  que ya poseían colores vibrantes, adquieren ahora un sentido diverso. Los rectángulos pasan a asemejarse a pixeles ampliados, como si ellos integrasen la propia estructura de las imágenes. El juego cromático propuesto por el artista ora intensifica ora apacigua los colores y los vínculos entre figura y fondo. Es sabido que toda figura solo es percibida en relación a un fondo, así como el sonido solo es escuchado porque hay un silencio. Pero en el trabajo de Ortega todo pasa como si ya no supiéramos lo que está detrás y lo que está en primer plano.  Tal como fue explorado por los concretistas en Brasil, hay una reversibilidad entre figura y fondo.

La producción inicial de artistas de los grupos Ruptura y Frente, que lanzaron las bases del arte concreto en Brasil, está repleta de ejercicios que investigan las relaciones entre color, estructura y plano. Pero esa vertiente, especialmente en la obra de Oiticica, se despliega más allá de la pintura tradicional sometida al cuadrado y salta hacia el espacio tridimensional. El recorrido de Ortega es exactamente el opuesto. El artista se aventura por primera vez en el campo de la pintura después de una sólida experiencia de trabajos en el espacio tridimensional.

Al intervenir las imágenes de Fischli & Weiss, él dialoga con la tradición concretista en Brasil disecando el espacio pictórico con líneas verticales, horizontales y planos de color. Ortega parte de la comprensión del espacio como elemento activo y no como una categoría racional, objetiva y estática. En ese sentido, el tiempo se infiltra en el espacio y provoca movimientos en toda la composición. La estructura de las imágenes es quebrada por la distribución asimétrica de los rectángulos. Con eso, el trabajo final posee musicalidad, con ritmos que varían desde la imagen de cada póster. Es como si la estructura pasase a bailar, adquiriendo así una dimensión temporal.

Configurado como activo (y virtual en tanto duración), el tiempo no es concebido como elemento mecánico. No se trata de un tiempo objetivo y mensurable, entendido numéricamente por relaciones de adición, sino del tiempo vivido. Por lo tanto, los años que separan a Oiticica y Fischli & Weiss de la elaboración del trabajo de Ortega no representan dificultad alguna. Es como si el artista reencontrara una sincronía en relación a sus referencias.

Internamente el tiempo de estos trabajos no puede ser medido; él es inmensurable, es pasaje constante. En ellos las formas y estructuras saturadas de color se funden de modo orgánico. Si la doble exposición de Fischli & Weiss ya presentaba una voluntad de integración de distintas imágenes, la operación de Luis Felipe Ortega supera definitivamente cualquier dualismo y reencuentra en sus referencias una unidad primordial e indivisible.